Como se ha tratado anteriormente en este
blog, la sífilis congénita es una enfermedad que se adquiere por vía transplacentaria al feto a
partir de una madre infectada que no haya recibido tratamiento adecuado. El contagio por vía transplacentaria puede producirse en cualquier momento de la
gesta o durante el parto. La tasa de transmisión es de un 80-90% durante la
fase secundaria de la infección, con un 40% de abortos o mortinatos y disminuye
lentamente en etapas más avanzadas de la infección materna. El riesgo de
transmisión es mayor en el tercer trimestre de embarazo.
Pénfigo ampollar palmoplantar en neonato |
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Lesiones maculopapulosas |
A pesar de la severidad de esta variante de la sífilis, ésta es una enfermedad prevenible y su presencia refleja un fracaso de los sistemas de atención prenatal, así como los programas de control de la sífilis. Las estrategias para prevenir la sífilis congénita mediante el tamizaje prenatal y el tratamiento están bien establecidas. Pero la implementación de programas efectivos ha resultado muy difícil, especialmente en los países con recursos limitados. Esta se define como las muertes fetales y de lactantes producto de madre con sífilis no tratada o inadecuadamente tratada (sin penicilina o con ella en menos de 30 días antes del parto), independientemente de la clínica o estado serológico del niño.
Campaña contra la Sífilis: Primer Regalo. Ministerio de Salud de Perú
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=SxaFcP5Xtdg
En Venezuela, y en otras partes del mundo la sífilis congénita continúa siendo un problema de salud pública significativo. La sífilis no tratada en mujeres embarazadas puede afectar profundamente el producto del embarazo. La sífilis no es ni una nueva enfermedad ni una enfermedad re emergente, es una enfermedad antigua y descuidada en la que los seres humanos son el único huésped natural.
Con el advenimiento de la penicilina en los años 40 y de la demostración de su eficacia en tratamiento de sífilis, se introdujeron los programas de examen de laboratorio prenatal de sífilis como parte de los programas nacionales para controlar sífilis congénita. En gran parte, estos programas fueron responsables de la casi eliminación de la sífilis congénita en países más desarrollados y, hasta hace poco tiempo, era considerada una enfermedad del pasado. En los países más pobres del mundo la sífilis congénita ha persistido. Aunque han habido avances marcados en otros campos biomédicos las herramientas para el diagnóstico, tratamiento y control de la sífilis han cambiado poco en los últimos 60 años. Recientemente más atención ha sido dada a la sífilis congénita y hay indicaciones que esto está conduciendo a una acción concertada para abordar la sífilis y, en particular, sífilis congénita.
Campaña de educación contra la sífilis congénita, Ministerio de Salud de Perú
En la revisión titulada "Sífilis Congénita: Un problema de salud continuo pero descuidado" se ofrece una descripción de la situación epidemiológica con respecto a sífilis
congénita en el Venezuela y el mundo, los progresos recientes y desafíos que se mantienen.
La sífilis facilita la transmisión del virus de inmunodeficiencia humano (VIH) y la susceptibilidad a la infección por uno u otro, está probablemente aumentada durante el embarazo. Esto hace particularmente trágico las implicaciones de la epidemia por VIH en África sub Sahariana que coexiste con la sífilis endémica.
Sin embargo, en la mayoría de los países se ha puesto más atención a las pruebas de descarte para el VIH para el cual, actualmente, no hay curación disponible. Esto ha conducido a la situación donde la gente "está evitando el VIH y muriendo de sífilis". Alrededor de un millón de embarazos a nivel mundial son anualmente afectados por la sífilis (cerca de 270.000 niños nacen con sífilis congénita, 460.000 embarazos terminan en aborto o muerte perinatal, y 270.000 niños nacen prematuramente o con bajo peso al nacer). Esto es más alto que para otras infecciones neonatales importantes incluyendo infección por VIH y tétanos. En África sub Sahariana se estima que alrededor de un tercio de mortinatos es causado por infección con sífilis, un porcentaje similar al estimado por William Osler hace 93 años (en 1917) en USA. Una carga considerable recae sobre los servicios de salud ya limitados en muchos países en vías de desarrollo, con alrededor de 5% de bebés nacidos con sífilis congénita. Los niños con sífilis congénita tienen más probabilidad de ser ingresados a una unidad de cuidado intensivo neonatal, con estadía hospitalaria más larga y costos de cuidado más de tres veces mayor que el costo de lo requerido para un niño sin la enfermedad.
En Venezuela, 21 años después de la demostración mundial, en 1943, de la efectividad de la penicilina para el tratamiento de la sífilis, la tasa de mortalidad estimada para el país, había pasado de 28,6 por cada 100.000 habitantes en 1950 a 2,1 por cada 100.000 habitantes en 1964. En el área metropolitana de Caracas era de 29,1 por 100.000 habitantes en 1950 a 3,1 por 100.000 habitantes en 1964. (Datos suministrados por la División de Epidemiología y Estadística Vital del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social). En el período 1962 a 1966 si bien las tasas de morbilidad total por todas las formas de sífilis se elevaron lentamente de 89.4 por 100.000 habitantes a 94,1 por 100.000 habitantes y la sífilis congénita descendió de 1,7 por 100.000 habitantes en 1962 a 1,1 por 100.000 habitantes en 1966, las formas más contagiantes (sífilis reciente sintomática, primaria y secundaria) se elevaron aceleradamente; en particular en el Área Metropolitana de Caracas con cerca del 40 % de los casos contagiantes y menos en el resto del país.
En 1963, el 69,2 % de los casos de sífilis ocurrían en personas entre 15 años y 34 años de edad. Cinco varones por cada mujer era la proporción de casos diagnosticados. La proporción de embarazadas con serología positiva fue de 4,1 por ciento para el período 1954-1958, de 2,5 por ciento para 1959-1963 y de 2,13 por ciento para 1964-1965; observándose a su vez una reducción importante de los casos y muertes conocidas por sífilis congénita. Entre 1962 y 1966 la sífilis congénita descendió en 29 %. En una mesa redonda sobre Sífilis realizada en 1968 se concluyó que a pesar de los avances del tratamiento y las medidas sanitarias la sífilis seguía siendo un problema de salud en Venezuela y había indicios del aumento del problema.
Las fallas identificadas en el control de la enfermedad eran: falta de conocimiento exacto del problema, fallas en la notificación de casos, falta de personal preparado para la investigación epidemiológica de los contactos a nivel nacional, falta de educación sanitaria, a todos los niveles de la comunidad; automedicación por falta de control en el expendio de antibióticos; disminución del temor a la enfermedad; promiscuidad cada vez mayor entre adolescentes de sexos diferentes y, por consiguiente, el aumento creciente de la sífilis en estos grupos (20 por ciento de sífilis contagiante activa en menores de veinte años entre nosotros); poca enseñanzas sobre las enfermedades venéreas en las Escuelas de Medicina; causas socioeconómicas; falta de notificación de los médicos en ejercicio privado, y existencia en diferentes lugares del país de una prostitución clandestina incontrolable por los métodos actuales y que sigue siendo una fuente muy importante de infección.
La recrudescencia del problema no fue solo para Venezuela, los resultados de una encuesta de la OMS: entre 147 administraciones nacionales de salud, más de la mitad informaron que entre 1957 y 1964 habían registrado un marcado incremento de la sífilis reciente. En la mayoría de las regiones o países estudiados este aumento fue del orden de 4 a 8 veces más casos en 1964 que en 1957, año que marcó en casi todas partes el término del descenso que venía observándose desde la introducción de la penicilina. Afirmaba el Dr. Carlos Luis González: Indudablemente que son varios los factores responsables por este incremento en la incidencia de la sífilis; pero los conocedores del problema asignan puesto de primerísimo orden dentro de estos factores a lo que se ha denominado la "imagen del problema resuelto". Como lo expresa la Organización Mundial de Salud, “el uso de la penicilina y la brusca disminución de la incidencia de la enfermedad entre 1948 y 1957-58 produjo la impresión de que la sífilis había dejado de ser peligrosa, y provocó con el tiempo una falsa sensación de seguridad, originó la indiferencia al riesgo de contagio y disminuyó el temor a las consecuencias de la enfermedad". Incluso, el optimismo fue tal que muchos consideraron que la sífilis estaba ya en vías de erradicación.
Justamente, este optimismo exagerado condujo a la complacencia y el descuido. A esta situación podría aplicarse muy bien aquello de que: "a medida que el programa de control de una enfermedad se acerca al objetivo final de la erradicación, es más probable que se erradique primero el programa que la enfermedad". En las últimas décadas han aumentado enormemente las posibilidades de contacto entre los seres humanos como consecuencia, entre otros, del crecimiento brusco de la población urbana, de la industrialización acelerada y del enorme desarrollo del tráfico internacional. A ello agréguese lo que algunos tildan como "revolución de las costumbres", que ha traído cambios en el comportamiento de los seres humanos, particularmente de los adolescentes y adultos jóvenes.
No hay duda que todos esos factores han repercutido para que en Venezuela la sífilis haya recobrado importancia como problema de salud. Por tanto, el país debe enfrentarlo con el interés que se merece.
La necesidad de disponer de instrumentos que permitan estimar la magnitud del problema de la sífilis tropieza con las enormes dificultades que hay en la consecución de la información requerida. De ahí que todos los "indicadores" que se utilizan tengan grandes limitaciones. Vale la pena recordar que en la sífilis se hace particularmente patente el fenómeno epidemiológico del "iceberg", pues la parte visible, la que sobresale de la superficie, es apenas una porción del problema, quedando siempre la masa oculta, imposible de cuantificar. A pesar de estas limitaciones, algunos indicadores tienen su valor, como es el caso de la
morbilidad registrada, que permite seguir la tendencia a lo largo de los años.
Advertía el Dr. González: la notificación de la sífilis se hace aún más difícil si no se asegura el carácter "confidencial" de esa notificación. Por ello, es tan importante que la identidad del caso y sus contactos sea conocida únicamente por el personal mínimo indispensable para el seguimiento epidemiológico que corresponda. Se han preconizado y utilizado las pruebas serológicas en grupos de población como procedimiento para estimar la magnitud del problema. El tiempo no permite entrar a analizar la cuestión en detalle. Sólo recordaré que esto implica la existencia de facilidades adecuadas de laboratorio y de atención oportuna y completa de los casos que se descubran.
La valoración del problema en los últimos 20 años se ha dificultado aun más por la pérdida de la información sobre la morbilidad de la enfermedad y el abandono de los programas y la aparición del VIH-SIDA.
En un estudio realizado más recientemente en el Hospital Universitario de Caracas, por Carvajal y colaboradores, en 110 embarazadas seropositivas al VIH, se encontró coinfección con otras ITS en un 17.9% ,siendo las más frecuentes: VPH (33%) y sífilis (28%); una importante magnitud de asociación fue observada para la coinfección con: niveles de CD4 bajos, edad menor de 24 años y 2 ó más parejas sexuales. Se desconoce la incidencia de la coinfección de VIH y Sífilis en embarazadas y mujeres a nivel nacional. Datos recientes indican que las cifras venezolanas de sífilis congénita van en ascenso. Hasta la semana epidemiológica Nº 33 de 2010 tenemos 80 casos acumulados, (2 en esa semana) contra 57 casos acumulados hasta la misma semana de 2009. La mediana de los años 2007-2009 fue de 54 casos acumulados. La razón endémica: 1,48 (mayor que lo máximo esperado: 1,25). Ha comenzado a aparecer la sífilis congénita en el cuadro de las enfermedades de denuncia obligatoria. Y entre las principales causas de muerte infantil.
¿Qué acciones se han tomado para el abordaje de esta problemática?
Desde 1994, diferentes reuniones y acuerdos condujeron a desarrollar la Iniciativa regional para la eliminación de la transmisión materno-infantil del VIH y de la sífilis congénita en América Latina y el Caribe. El 21 de noviembre del año 2009, autoridades de salud pública, expertos en infecciones de transmisión sexual y profesionales de salud familiar, hicieron el compromiso de eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita en América Latina y el Caribe para el año 2015.
El documento Conceptual de la Iniciativa Regional para la Eliminación de la transmisión maternoinfatil del VIH y de la sífilis congénita en América Latina y El Caribe fue publicado en septiembre de 2009 patrocinado por la OPS, UNICEF y el CLAMP (Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva.), detalla la estrategia y acciones de eliminación de la transmisión materno infantil de estas enfermedades, como problema de salud pública mediante un enfoque integrado que debe permitir aprovechar todas las oportunidades de diagnóstico de la infección por VIH y sífilis en la embarazada e implementar una adecuada prevención, entendiendo a la mujer en su dimensión humana y como parte de una familia y define dos metas a alcanzar para el año 2015:
El propósito de este documento es brindar recomendaciones y directrices programáticas que
orienten y apoyen el desarrollo de planes estratégicos y operativos nacionales con el objeto de eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita en los países de América Latina y el Caribe que se justifica plenamente porque a excepción de Chile y Cuba, los datos disponibles indican que el control prenatal para el tamizaje del VIH y de la sífilis no está bien establecido en la Región. Se evidencia que persisten los obstáculos para lograr una adecuada cobertura de la profilaxis para la transmisión materno-infantil del VIH y de la sífilis congènita (SC). Las debilidades de los sistemas de seguimiento y vigilancia y la accesibilidad limitada en algunos países para el diagnóstico del VIH y SC en menores de 12 meses comprometen la capacidad de la Región para documentar adecuadamente el impacto de la implementación de la estrategia de eliminación. El enfoque integrado de la Iniciativa de Eliminación busca disminuir las oportunidades perdidas, como se aprecia en la siguiente figura:
Eso representa la eliminación de las dos transmisiones como problema de salud pública. América Latina y el Caribe (ALC) es la primera región en proponer la eliminación de la transmisión materno-infantil de estas dos enfermedades de manera integrada y simultanea. Para llegar a estos objetivos, la Iniciativa propuso:
Internacionalmente, la agenda basada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio presenta una gran oportunidad para promover la eliminación de la sífilis congénita asociada a cuatro de estos Objetivos: promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer (Objetivo del milenio Nº 3), reducir la mortalidad infantil (Objetivo del milenio Nº 4), mejorar la salud materna (Objetivo del milenio Nº 5), y combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades (Objetivo del milenio Nº 6).
Aunque no hay suficiente información de fuentes nacionales sobre estadísticas y se sabe que hay un importante subregistro, el MPPpS ordenó en 2010, un estudio nacional sobre la sífilis congénita y en el Informe Nacional Relativo a los Avances en la Implementación de la Declaración de Compromisos sobre VIH/Sida.
Los autores de la revisión "Sífilis Congénita: Un problema de salud continuo pero descuidado" declaran en el mismo documento, que dificultan que puedan desarrollarse con éxito planes nacionales en salud, si la información no es compartida y diseminada entre los diversos actores del sector salud como las sociedades científicas, las universidades, la Academia Nacional de Medicina y otros centros de investigación.
El documento Conceptual de la Iniciativa Regional para la Eliminación de la transmisión maternoinfatil del VIH y de la sífilis congénita en América Latina y El Caribe fue publicado en septiembre de 2009 patrocinado por la OPS, UNICEF y el CLAMP (Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva.), detalla la estrategia y acciones de eliminación de la transmisión materno infantil de estas enfermedades, como problema de salud pública mediante un enfoque integrado que debe permitir aprovechar todas las oportunidades de diagnóstico de la infección por VIH y sífilis en la embarazada e implementar una adecuada prevención, entendiendo a la mujer en su dimensión humana y como parte de una familia y define dos metas a alcanzar para el año 2015:
- Eliminación de la transmisión materno-infantil del VIH: reducción de la transmisión materno-infantil del VIH al 2% o menos.
- Eliminación de la sífilis congénita: reducción de la incidencia de la sífilis congénita a 0,5 casos o menos, incluidos los mortinatos, por 1.000 nacidos vivos.
El propósito de este documento es brindar recomendaciones y directrices programáticas que
orienten y apoyen el desarrollo de planes estratégicos y operativos nacionales con el objeto de eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita en los países de América Latina y el Caribe que se justifica plenamente porque a excepción de Chile y Cuba, los datos disponibles indican que el control prenatal para el tamizaje del VIH y de la sífilis no está bien establecido en la Región. Se evidencia que persisten los obstáculos para lograr una adecuada cobertura de la profilaxis para la transmisión materno-infantil del VIH y de la sífilis congènita (SC). Las debilidades de los sistemas de seguimiento y vigilancia y la accesibilidad limitada en algunos países para el diagnóstico del VIH y SC en menores de 12 meses comprometen la capacidad de la Región para documentar adecuadamente el impacto de la implementación de la estrategia de eliminación. El enfoque integrado de la Iniciativa de Eliminación busca disminuir las oportunidades perdidas, como se aprecia en la siguiente figura:
Fuente: Documento conceptual de la Iniciativa Regional para la Eliminación de la transmisión maternoinfatil del VIH y de la sífilis congénita en América Latina y El Caribe
- Enfocar de manera integrada de las acciones de prevención
- Mejorar la cobertura antenatal,
- Diagnosticar y dar tratamiento temprano a más de 95% de las mujeres embarazadas de la región.
- Reforzar en integrar los sistemas de atención primaria y mejorar los sistemas de información.
Internacionalmente, la agenda basada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio presenta una gran oportunidad para promover la eliminación de la sífilis congénita asociada a cuatro de estos Objetivos: promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer (Objetivo del milenio Nº 3), reducir la mortalidad infantil (Objetivo del milenio Nº 4), mejorar la salud materna (Objetivo del milenio Nº 5), y combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades (Objetivo del milenio Nº 6).
Aunque no hay suficiente información de fuentes nacionales sobre estadísticas y se sabe que hay un importante subregistro, el MPPpS ordenó en 2010, un estudio nacional sobre la sífilis congénita y en el Informe Nacional Relativo a los Avances en la Implementación de la Declaración de Compromisos sobre VIH/Sida.
Los autores de la revisión "Sífilis Congénita: Un problema de salud continuo pero descuidado" declaran en el mismo documento, que dificultan que puedan desarrollarse con éxito planes nacionales en salud, si la información no es compartida y diseminada entre los diversos actores del sector salud como las sociedades científicas, las universidades, la Academia Nacional de Medicina y otros centros de investigación.