jueves, 1 de mayo de 2014

Dándole respuesta a la sífilis...


A través del cumplimiento de las Funciones Esenciales de la Salud Pública los sistemas de Salud Pública de cada país deben planificar acciones colectivas con la sociedad civil encaminadas a proteger y mejorar la salud de los ciudadanos; en lo que respecta a la problemática del padecimiento de sífilis existen muchos ejemplos a nivel mundial de acciones que se han tomado en este sentido.
Uno de estos ejemplos es la realización en México de una Guía practica clínica dirigida al personal médico y a psicólogos, la cual cumple con la función esencial de la salud pública de procurar el desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública, ya que en ella se describen los diferentes niveles de acción de la salud pública para la prevención y el tratamiento de la sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual que producen úlceras genitales. Entre ellas podemos mencionar las medidas establecidas para el primer nivel de prevención, en el que se busca proporcionar educación sexual y consejería en personas con actividad sexual promoviendo la monogamia, el uso de condón y las prácticas sexuales protegidas. De esta manera se instruye al personal de forma amplia, desde la prevención de la enfermedad hasta el tratamiento de recuperación del segundo nivel de prevención; ello con el fin  de disminuir las probabilidades de contagio, al ofrecer un tratamiento precoz  y reduciendo el tiempo de recuperación al igual que los daños y las secuelas dejadas por la enfermedad.

En las entradas anteriores del Blog hemos facilitado material generado por organizaciones que de igual forma cumplen con funciones esenciales de la salud pública en esta área, como la referida al seguimiento, evaluación y análisis de la problemática de esta enfermedad en América Latina y El Caribe. Estas investigaciones son de suma importancia en el quehacer de los sistemas de salud de los países involucrados, especialmente para la generación de Políticas públicas orientadas a solventar esta problemática. De igual manera es muy importante mantener una vigilancia continua de los daños ocasionados por esta patología a nivel de la población; tomando en consideración que esta enfermedad además es transmisible de las mujeres contagiadas a sus hijos en el proceso de embarazo, se debe vigilar sobretodo el impacto de la incidencia de este subtipo de la enfermedad en la morbi-mortalidad infantil por causa de esta enfermedad; y a modo de prevención de los factores determinantes en el padecimiento de esta enfermedad, como los presentados en la entrada anterior, referida a los determinantes sociales de la sífilis.

De acuerdo a los niveles de intervención que son necesarios abordar para solventar la problemática de la sífilis, proponemos los siguientes ejemplos de acciones a llevarse a cabo a través de políticas de salud pública:

Niveles de acción de la salud pública
Acciones
Promoción de la salud
Proporcionar educación sexual y consejería a la población en general promoviendo la monogamia y  el uso de condón
Protección de la salud
Realizar charlas educativas referentes a la prevención de enfermedades de transmisión sexual en la población sexualmente activa, y proporcionarles condones
Diagnóstico precoz y tratamiento oportuno
Realizar jornadas de despistaje de la sífilis y otras ETS a través de pruebas de VDRL gratuitas a la población sexualmente activa
Limitación del daño
Programa de seguimiento y evolución en pacientes en proceso de recuperación de sífilis en centros de salud
Rehabilitación de la salud
Programa de atención psicológica a pacientes que han padecido sífilis
Fuente: Mercadante Y;. Monsalve B. (2013)

Se debe considerar la vital importancia que tiene la participación ciudadana como promotor y guardián de su bienestar, especialmente en el primer nivel de prevención referido a la promoción de la salud; se debe recordar que las acciones anteriormente mencionadas son ejemplos muy específicos de acciones que no deben tomarse como únicas, por el contrario, las mismas deben estar enmarcadas en un escenario de acciones más generales que favorezca la salud desde todos los componentes del bienestar, y que ataquen sobretodo los determinantes sociales que promueven el padecimiento de la sífilis desde todas las perspectivas posibles, como la educativa, la socio-económica, y la sanitaria.